Se ejecutaba sin problemas en mi viejo 286. No era original, juegos de plataformas ya existían muchos. Lo nuevo que aportó fue un refinamiento técnico no visto hasta la época en lo que se refiere a movimientos del príncipe protagonista.
Sencillamente genial.
Nuestro personaje corre, salta, se balancea con una suavidad pasmosa e increiblemente real.
Además, el recorrido por las diferentes pantallas suponía un reto lo suficientemente adictivo como para no cansar a las primeras de cambio. Tuvo una segunda parte graficamente mejor, pero a la que no di muchas oportunidades.
POP se reeditó con excepcional éxito en la PS2 con tres partes más.
Los años no pasan para el príncipe ...