
Con Battle Chess las cosas cambiaron. Había tenido algún programa de este tipo para Spectrum, pero nunca llegué a jugar tanto como con éste que ahora comento. Fue uno de los primeros programas Amiga que conseguí y es en sí mismo un clásico.
Las partidas no aburren gracias a la animación que poseen las piezas, y las luchas entre ellas consiguen que te encariñes con ese peón antes de sacrificarlo injustificadamente, y sufrir su perdida en la batalla. Para un jugador 'serio', la animación de las piezas puede ser incluso un estorbo, y la emoción, por supuesto, no está en ver, repetidamente, animaciones de lucha. Pero, que demonios, a mí me divertía.
La IA del juego era suficiente para mí, nunca me ha hecho falta usar los niveles avanzados. Una gozada para echarse una partidita de vez en cuando, sin tener que esperar a que alguien se anime.
