Ha sido toda una nueva experiencia. Mirror's Edge es ante todo innovación. Y jugarlo ha sido toda una delicia, sobre todo gracias a una estupenda localización.
Tiene sus fallos. Basicamente, que no conocemos la ciudad como se supone, lo que en cierta manera nos aleja de la protagonista. Nos sentimos torpes, porque nos perdemos y Faith no se puede perder, verdad? Este es quizá uno de los inconvenientes mayores del juego, que debería arreglarse en una segunda parte, si la hay. La visión de runner, no es suficiente.
Lo mejor ocurre cuando se consigue el movimiento perfecto, ese 'flow' que te hace sentir potente, libre e imparable. Esos momentos hacen grande al juego, y Dice tiene que saberlo, porque facilitar al jugador que consiga esas sensaciones harían de Mirror's Edge una experiencia en primera persona total e inolvidable.
Con esta primera parte, casi lo consiguen.
Juegazo.