Revelador desde el punto de vista empresarial. Imaginar a Dinamic enviándome el Camelot Warriors desde casa de sus padres, pues ha sido todo un descubrimiento.
Las diferencias entre la industria del videojuego de este país, en comparación con UK de la época, es como para echarse a llorar. Y a pesar de todo, vivió un edad de Oro (la única) en ocho bits y aquí se cuenta.
Buen trabajo. Pendiente de la segunda parte.