Serena fue una buena experiencia, Dear Esther un buen recuerdo y Ethan Carter no estuvo mal.
Pretender que esta historia que se cuenta sea terror, es demasiado pretencioso. Pero si le añadimos un apartado técnico demasiado espartano, no se sostiene, y ni la etiqueta de gratis puede valer de excusa.
Tiempo perdido.