A estas alturas de la vida, es dificil que pocas cosas me sorprendan en el mundo del videojuego. Por eso Shadow of the Colossus ha sido tan importante para mí, como para considerarlo un punto y aparte en este sano vicio del que vive historias electrónicas pensadas por otros y las asume como vida propia.
SOTC es sorprendente. Hace tiempo que poseía el original, que actualmente se vende a 19,90€ y que, en realidad, intercambié por un decepcionante ResidentEvil 4.
Las primeras pruebas fueron desalentadoras, ya que busqué un inicio rápido que me llevó a cierta desesperación por el control de Wanda. Lo aparté y me dediqué a otras cosas.
Y me equivoqué. Como nunca antes lo había hecho.
Hace apenas dos semanas volví para encontrarme de nuevo con Wanda y los colosos. Y ya no pude parar hasta finalizarlo. No pude jugar a nada más que a SOTC, y que conste que los pesos pesados que medio abandoné son Crysis y Gears of War ...
SOTC te absorbe, te engulle y te hace pensar en él, todo el día, a todas horas. Es maravilloso.
La historia, siendo buena, y vacía en la parte central del juego, no es su parte interesante. Sus gráficos, siendo también muy buenos, aunque con bugs y bajos framerate, no es lo mejor de PS2. Ni siquiera su admirable y orquestal BSO. Nada de esto hace bueno a SOTC.
Lo que lo hace tan bueno, es el enfrentamiento con los colosos, el control tan intuitivo y la fascinación de verlos caer, con el corazón enchido de pena por una victoria casi poética. Dificil de explicar.
Es tan fascinante acercarte inicialmente a un coloso, estudiar sus movimientos e intentar estrategias de ataque. Es tan espectacular esa sensación de gigantismo que transmiten las luchas, el tener que atraer a un coloso, ofrecerte como cebo, y ver como se acerca, para poder finalmente saltar sobre él y buscar sus punto débiles ... una epopeya imposible describir con palabras.
Estoy jugando a una obra maestra, porque SOTC es arte, pese a quien le pese, y digan lo que digan.
Agro lo he sentido vivo, como si hubiera sido mi caballo alguna vez. Poco más puedo ya decir.
Cuando todo el mundo pide que la industria del videojuego avance, no se estanque con FPS repetitivos, deberían mirar atrás y reconocer que ya se ha dado ese paso , en PS2 y hace unos años, y lo ha hecho Ueda con su Shadow of the Colossus.
Dejadme gritar: Obra maestra !!