Sin la sorpresa que causó su primera temporada, vuelve con fuerza y excelente ambientación. Porque más allá de un guión no muy consistente, tal y como le pasaba en aquella primera parte, Stranger Things es ante todo divertimento y buenos momentos de nostalgia ochentera con la que los viejos del lugar nos identificamos en todas sus implicaciones.
Habrá tercera? Y por qué no?